Corría
marzo del 2004, y el auge de las redes sociales era remarcable. Una furia de invitaciones y de pa-qué-me-sirve-esto se extendió por una blogocosa incipiente. Fue
en el newsletter de ese mes, que David Weinberger resumía en una frase lo que a muchos se nos pasaba por la cabeza:
Quiero decirle a todos los "friendsteros" del mundo que ya inventamos una red social para amigos y extraños. Se llama Internet. ¿Por qué queréis privatizarla? ¿Qué necesidad hay de una subred social propietaria para hacer lo que Internet ya ha hecho de manera abierta?
En aquel entonces las redes sociales se parecían a un escribe-aqui-tu-cv-y-limítate-a-hacer-contactos. Muchos perfiles, muchos contactos, muy poca chicha. Desde entonces, el panorama ha cambiado con MySpace primero, desarrollando aplicaciones más o menos útiles y Facebook después, integrando los servicios más populares para no tener que volver a subir fotos, vídeos, etc. Y permitiendo a quien le viniera en gana desarrollar aplicaciones tontas (maldita la gracia de tomarse una cerveza virtual) y otras un poco más aprovechables (como organizar eventos y gestionar la asistencia desde allí).
Total que ahora las redes sociales no son las de hace 5 años. Aunque a los que somos usuarios activos de todo bicho 2.0 viviente -en los que hacemos más de lo que se puede en Facebook, sin usar Facebook-, nos sea mucho menos útil la madre de todas las redes sociales.
Los ikeas de InternetPero nos guste o no a los listillos de Internet, las redes de hoy han venido a conseguir lo que en su momento lograron Zara, IKEA o EasyJet en sus respectivos campos: lo han puesto fácil y barato. Facebook ha hecho la "Internet social" simple y rápida. Ya no tienes que invertir esfuerzos en el alta y aprendizaje de dieciocho servicios, para poder hacer lo que nos mola de verdad: chismorrear, subir y ver fotos y vídeos, compartir chascarrillos y páginas, y otras menudencias sublimes del estilo.
De ahí que Facebook se quede. Y le ganó la partida a Friendster, porque entendió que para llevar a los primeros visitantes y sacarles de otras redes, tenía que permitirles usar sus amados flickrs, youtubes, etc, minimizando así la inversión inicial. Y una vez enamorados los primeros, llegaron los amigos de los amigos.
6 millones vs. 200 millonesY aunque en marzo de 2004, Friendster contaba con 6 millones de usuarios, lo cual parecía definitivo, resulta que se trataban de los
early adopters (y sus amigos) de todo el mundo, unidos. Y el problema de estos especímenes, es que son "
early adopters and easy leavers". Así que los 6 millones no eran suficientes, si alguien les ponía a su alcance algo mejor y más barato.
Pero los 200 millones de usuarios con los que cuenta ahora Facebook en todo el mundo son muchos más que 6, y la mayoría no entendería el concepto de "
early adopter" ni aunque se lo explicaras en
powerpoint. Mucha gente no adicta a la Red, que
ha aprendido a usar un "software" y que se lo pensarán seriamente antes de invertir para manejar otro (léase Windows vs. Linux).
Será difícil desbancar a Facebook. Mal que nos haya venido bien. ¿Y Tuenti?
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