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  • Hola, soy Fernando Polo, y este fue mi blog querido (?), que ya no actualizo periódicamente. Si quieres saber más sobre mí, ahora posiblemente te interese seguirme en LinkedIn.

    enero 02, 2015

    ¿Será el 2015 el año de los "wearables"? Ciertamente no.


    Llego a las magníficas predicciones del Financial Times, de la mano de un post en nuestra red interna de Gonzalo Martín, que destaca el hecho de que piensan que 2015 no será el año de los wearables:
    Apple’s Watch, due to launch soon, has at least cracked the aesthetic code: it is a wearable you might actually want to wear. It will also become a powerful techno-status symbol. But other than a few useful things such as telling the time, it is not clear why you would need it.
    The other great hope of the wearables industry, Google Glass, has missed its promised launch date and is in danger of becoming a symbol of tech hubris. Does Google really expect people to adopt its cyborg chic in their everyday lives? Expect it to reboot the idea this year, probably in a more limited way: there are many jobs where having a heads-up display would be very useful.
    For the mass market, applications such as health monitoring hold great promise. But wearables still look like a technology in search of a purpose. The truly useful gadgets are yet to be invented.
    Aunque en sentido diferente al de su autor, Richard Waters, yo también pienso que el 2015 "no será el año de los wearables", igual que el 2007 no fue el de los smartphones, y sin embargo, la revolución se "aceleró" en ese año, con el lanzamiento del iPhone. Ponerse a rebuscar artículos que hablaban de que el iPhone no sería un éxito, cuando salió al mercado en 2007 es fácil.

    Yo, sin embargo, tendré uno de los primeros Apple Watch y unas Google Glasses, como en su día me compré un iPhone en NYC a los dos meses de salir (y pasé por el terrible proceso de liberación, se me pone la piel de gallina, cada vez que me acuerdo de un domingo entero que pasé buscando cómo revivir un iPhone que se me quedó "ladrillo"). Y tendré esos gadgets, porque hasta que no los tienes, no entiendes en qué te puede ser realmente útil. Precisamente lo que dice el autor del artículo: "But other than a few useful things such as telling the time, it is not clear why you would need it.

    Ja... Cuento muchas veces una discusión en 2003 que yo tuve con Luis García de la Fuente, fundador y mi socio en DiceLaRed, sobre los "smartphone" mientras hacíamos un estudio para Telefónica, escuchando lo que se decía en los foros, con el lanzamiento del 3G. Luis, que fue visionario como para "inventar" los softwares de monitorización online y para anticipar muchas otras cosas, pensaba sin embargo que el teléfono "navaja suiza" no funcionaría, por un tema de ergonomía... Y ahora imagino que pensarían los productores de cámaras digitales de baja gama ante esa afirmación. Yo imaginaba que se podrían encontrar usos (Instagram no existiría si alguien no se hubiera empeñado en poner una cámara a un Sony Ericsson). Hoy es sabiduría popular aquello de invéntalo y que otros encuentren la manera de usarlo...

    Y también me gusta contar la historia del termómetro. Los iPhone no tienen termómetro (tienen sensores para proteger el funcionamiento, pero no miden temperatura). Ni falta que hace, porque en muchos casos, yo quiero saber la temperatura exterior, no la interior y no es cuestión de dejar el iPhone durmiendo en la calle. Pero si combinas: "gadget siempre a mano" + acceso fácil (táctil) a Apps + desarrolladores de Apps (cientos de miles) + open data + estaciones meteorológicas públicas ... Tienes Meteoclimatic, una app que muchos no conoceréis, pero que a mí me dice cada mañana la temperatura en tiempo real (actualizado cada 15 minutos) en Madrid Chamberí, y en Pozuelo. La diferencia entre unos y otros, me sirve para calcular el frío que pasaré en la Casa de Campo, y así acierto "clavado" con la cantidad de ropa, guantes, gorros, etc, para salir a correr. ¿Quién hubiera podido preverlo hace apenas unos años?

    Puede que nunca llevemos wearables tal y como los vemos ahora (google glasses, iwatches,...) Pero el hombre biónico es imparable. E incluso si la adopción fuera masiva (como pasó con los smartphones) seguro que el cambio no lo veremos en 2015.

    Os dejo el documento que publicamos hace unas semanas, sobre 15 tecnologías que cambiarán nuestras vidas (aunque no en 2015 ;-), y que incluye los "wearables".

     

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    7 Comentarios:

    Anonymous Gonzalo Martín dijo ...

    Albricias: Abladías vuelve a bloguear...

    Comparto la esencia: no sabemos lo que va a pasar. Como mínimo, es seguramente ingenuo pensar en términos de "wearables" sino en moda, salud, deporte, etc. que son los verticales que se ven transformados: los swatch revolucionaron el mercado de los relojes ¿por? Ciertamente eran baratos, pero de repente ofrecían una personalización atractiva: hicieron moda.

    enero 03, 2015 12:26 p. m.  
    Blogger Nor dijo ...

    Estoy de acuerdo con tu predicción. Durante 2014 he vivido varios debates interesantes sobre wearables y también pienso que los wearables no lo van a petar por ahora. Un par de reflexiones:

    1. Entre la gente que me rodea, tanto en el entorno laboral como el personal, hay geeks/nerds y otros muchos que no lo son. Y sigo viendo que los debates sobre wearables y similar siguen liderados por early adopters y geeks en general, pero el grueso de la población aún está lejos de interesarse en el tema. Por supuesto, me refiero a la población de nuestra edad. La siguiente generación, veremos.

    2. Creo que hay un problema de interfaces en los wearables actuales. Mis compañeros cirujanos ven el sentido de llevar una gafas que les den información mientras usan las manos, pero aún no veo el killer application para ir por la calle con unas gafacas y leyendo por la esquina del ojo. El listo de google que dijo que "Cuando quieres buscar un restaurante para ir a cenar, el tiempo de meter la mano en el bolsillo y teclear ya es demasiado. Necesitas unas google glass" creo que necesita salir de Silicon Valley un poco más. La interfaz de audio (al estilo de Her) me la creo mucho más que la visual.

    3. Los sensores personales y sus apps son cada vez más eficientes, pero no creo que gente no-geek tenga interés en perder el tiempo en recibir y analizar toda esa información. En esta afirmación se que no estás nada de acuerdo. Un debate con un vino, cuando quieras ;-)

    4. En muchos debates sobre wearables no se mete el factor tiempo (tiempo invertido en obtener y analizar datos) y el factor energía (cuantos cacharros quiero andar cargando cada día). Creo que esos dos factores hacen que a muchos nos cueste aumentar la cantidad de gadgets con la que vivimos.

    Ahí va eso. Feliz año y un abrazote.

    enero 04, 2015 11:57 a. m.  
    Blogger Joan Francesc Fondevila dijo ...

    Un aspecto que con frecuencia no se tiene en cuenta es la cantidad de banda ancha requerida para poder dar conectividad a todas las IP involucradas en esos procesos. Los flujos de datos entre zonas geográficas son interesantes en este sentido: http://www.telecomunicacionesyperiodismo.com/2015/01/telecomunicaciones-latinoamerica.html

    enero 05, 2015 1:19 p. m.  
    Blogger Fernando Polo dijo ...

    Gonzalo,
    Toda la razón. Pensamos en "wearables", pero al gente de la calle, que son los que pagan y "masifican" no piensan así. Piensan en "para qué me sirve"? Cuánto me cuesta? Cuánto molo con ello? Es un incordio?

    Nor,
    Reconozco que progresivamente me voy desfriquizando y aproximándome a ti en muchos puntos de vista. Aunque también estoy de acuerdo en parte del punto 3 (el de la info personal), es posible que llegue de manera más natural. Ni nos daremos cuenta, pero los médicos podrán acceder a toda esa info (estas cosas ya están pasando con algunos pacientes). Y algunos de nosotros (cada cual en lo que le interese) hará uso de esos datos si le viene en gana (a mí me pasa con el peso, pero no con muchos otros datos que ya podría estar analizando...)

    Joan,
    Toda la razón. El ancho de banda seguirá siendo una limitación (lo ha sido estos años, aunque nos parezca que no...)

    enero 05, 2015 1:36 p. m.  
    Blogger Nor dijo ...

    En el caso de los datos anatómicos o fisiológicos, que cada vez se pueden medir más desde el móvil, aparece un problema de flujo de trabajo.

    1. Los que son para uso propio (el peso, la dieta, las pulsaciones, la cantidad de deporte, etc.) solo dependen de que uno quiera incluir el análisis en su tiempo diario. Ahí no hay problema.

    2. Los que debería analizar un médico u otro especialista, crean un claro problema de cuello de botella. O bien aparecen empresas especializadas a las que pagas por que un médico analice tus datos, o creamos sistemas inteligentes que permitan destilar los datos in-situ o en la nube, y deje solo alarmas o datos considerados importantes. Para que tu médico de cabecera pudiera incorporar todo eso en su rutina, habría que dotar al sistema de muchos más medios, tecnológicos y humanos.

    El mejor ejemplo de esto último son los sistemas de diagnóstico temprano de enfermedades. Si de repente todo el mundo se instala una app que hace un screening masivo de una determinada patología, se colapsarían las consultas.

    Un abrazo

    enero 05, 2015 5:07 p. m.  
    Anonymous Gonzalo Martín dijo ...

    "Para que tu médico de cabecera pudiera incorporar todo eso en su rutina, habría que dotar al sistema de muchos más medios, tecnológicos y humanos."

    Es decir, enormes espacios para nuevos negocios y servicios. A lo mejor no son "más" medios, puede que sí a corto, sino otros medios, otros procesos, otros resultados. Mutación pura, vaya. Eso de transformación digital.

    enero 06, 2015 6:17 a. m.  
    Blogger Nor dijo ...

    Buena forma de verlo, Gonzalo.
    En medicina el flujo de trabajo es más complicado que en otros entornos y la fiabilidad y precisión de los datos y los resultados del proceso son más importantes que en otros casos, pero la idea es aplicable, claro.

    enero 08, 2015 11:24 p. m.  

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