Con la fragmentación de los medios de comunicación y el auge de Internet y la web 2.0, la publicidad pierde eficacia y ya no puede ser considerada como la poción mágica para vender más. La publicidad le ha hecho mucho daño al Marketing (con mayúscula). Hasta le robó el nombre. Le secuestró al cliente, para convertirlo en “target”. Internet nos obliga a ser más transparentes. Tener un buen producto será condición sinequanon, porque se pilla antes al mentiroso que al cojo. Pero no será suficiente. El Marketing seguirá incluyendo la comunicación, la vinculación, el desarrollo de producto y por todo ello, asistiremos (ya se esta produciendo) a un gran trasvase de presupuesto desde la publicidad hacia el "engagement".
La vinculación es la nueva publicidad. Y la relación con un cliente cuyos hábitos tecnológicos lo han transformado en un animal “supersocial” e “hiperconectado” se producirá de forma natural en Internet.
Etiquetas: engagement, vinculación
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