A ver, usted. Sí, usted. No, no. No mire hacia atrás, me refiero a usted, el que está leyendo estas palabras en este mismo momento. Sí, sí, eso, usted mismo en persona. ¿Ha hecho su donación correspondiente para leer este post? ¿Ah, que no? Pues que sepa que este post sólo podrá leerlo durante las próximas 48 horas, así que acelere y memorice.
He leído en vertical esta mañana
el artículo de Enrique Dans en Libertad digital sobre la lógica moderna. Enrique resumía en su blog que se trata de que el consumidor hace ahora lo que quiere, y que eso puede no coincidir con lo que quiere el productor. Por ejemplo, a Steve Jobs no le hace gracia que se use OSX en un PC (o al menos, eso nos quiere hacer creer).
Y ahora vuelvo a leer que Japón probará el tema de los famosos DVDs autodestruíbles (a medio camino entre la compra y el alquiler), y casi me caigo de la risa. Un sistema por el cual el soporte se vuelve ilegible a las 48 horas de abrir el precinto (o lo que sea, a lo mejor vienen con fecha de caducidad). Y seguro que no habrá nadie que en esas 48 horas no pueda grabar,
hackear o
ripear el moribundo trasto. ¿Y por qué en lugar de eso, no se centran en montar un videoclub bajo demanda por Internet con un magnífico sistema DRM para deshabilitar el visionado al cabo de los dos días? Al menos eso le ahorraría algo de trabajo al afanado
pirata.
Y luego se quejarán (claro que eso ya forma parte de su planificada campaña mediática).
Link:
Japón también probará los DVD que se autodestruyen en 48 horas - elmundo.es navegante
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