¿Parón de Google Print?
¿Conseguirá Europa detener a Google? No, Europa no creo. Quizá las empresas editoriales, pero tampoco metería mis lerus en ese caballo.
El caso es que cuando me puse a criticar todo esto, no imaginé que la cosa iba a ponerse tan caliente. Ahora, Google Print habría ralentizado (parado algunos escaneos) de obras protegidas con copyright. Todos los elementos adecuados para la polémica, servidos. En ese link de Boing Boing se puede leer las declaraciones oficiales en el blog del responsable de Google Print, y varios artículos y reflexiones sobre la noticia.
Si alguien todavía duda de que una iniciativa empresarial/tecnológica/geek/molona se ha convertido en uno de los más representativos casos de estudio de política internacional, es que no ha leído lo suficiente sobre el tema, y le invito a hacerlo, si en ello le va algún interés. A destacar, la dicotomía de la persona de izquierdas que no podrá ponerse al proyecto de Google (porque roza ese magnífico mito moderno que es la cultura libre), sin poder evitar apoyar así un proyecto paradigma de la oposición liberalismo (por iniciativa privada) frente a socialismo (por iniciativa pública).
Un caso de estudio, como decía, para los teóricos que intentan arrimar el ascua a su sardina, cuando investigan si la Internet es de izquierdas o de derechas (sí, sí, no se rían, tamaña desproporción la he leído en varios sitios).
Lo único que sé es que Internet representa el triunfo del individuo vs. el Estado. Algo que si un día me pilla ilustrado, terminaré de argumentar formalmente.
Dos nuevas andanadas en español han sido lanzadas a la palestra (además de las recogidas aquí hace un par de semanas):
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El caso es que cuando me puse a criticar todo esto, no imaginé que la cosa iba a ponerse tan caliente. Ahora, Google Print habría ralentizado (parado algunos escaneos) de obras protegidas con copyright. Todos los elementos adecuados para la polémica, servidos. En ese link de Boing Boing se puede leer las declaraciones oficiales en el blog del responsable de Google Print, y varios artículos y reflexiones sobre la noticia.
Si alguien todavía duda de que una iniciativa empresarial/tecnológica/geek/molona se ha convertido en uno de los más representativos casos de estudio de política internacional, es que no ha leído lo suficiente sobre el tema, y le invito a hacerlo, si en ello le va algún interés. A destacar, la dicotomía de la persona de izquierdas que no podrá ponerse al proyecto de Google (porque roza ese magnífico mito moderno que es la cultura libre), sin poder evitar apoyar así un proyecto paradigma de la oposición liberalismo (por iniciativa privada) frente a socialismo (por iniciativa pública).
Un caso de estudio, como decía, para los teóricos que intentan arrimar el ascua a su sardina, cuando investigan si la Internet es de izquierdas o de derechas (sí, sí, no se rían, tamaña desproporción la he leído en varios sitios).
Lo único que sé es que Internet representa el triunfo del individuo vs. el Estado. Algo que si un día me pilla ilustrado, terminaré de argumentar formalmente.
Dos nuevas andanadas en español han sido lanzadas a la palestra (además de las recogidas aquí hace un par de semanas):
- Los "intelectuales" europeos siguen luchando contra Google Print, Juan Freire arremete contra el parón (o parón parcial) del proyecto.
- Europa contra la cultura, Daniel Rodríguez Herrera en Libertad Digital explica la clasificación de Friedman de las modalidades de gasto, en función de dos parámetros: el origen de los fondos, y el destino de los mismos. Lección básica de economía liberal.
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