Lo
contaba el Expansión, hace un par de días:
La aerolínea de bandera española ha cedido a las presiones y a partir de mañana publicará en los anuncios de sus billetes de bajo coste el precio final, que incluye las tasas y los cargos.
Hasta la fecha Iberia no incluía en la publicidad de sus billetes los cargos por aumento de combustible, los cargos de emisión o las tasas aeroportuarias. La medida responde a las presiones de la Comisión Europea que el pasado 18 de julio aprobó una propuesta para hacer que las aerolíneas ofrezcan información clara y detallada de los precios de los billetes. Esto incluye todos los impuestos que se apliquen, además de prohibir la diferencia de tarifas en función del lugar de residencia.
(Vía
advertido).
La historia es simple. El impacto que produce en el viajero, ver un precio final ridículo para el trayecto que se presenta en la publicidad (Madrid - Berlín, desde 9 euros), ha llevado a las compañías a mentir descaradamente en su publicidad (saltándose probablemente las leyes al uso). De esta forma, al precio que aparecía en la marquesina del autobús, había que añadirle las tasas de aeropuerto, el IVA, un sobrecargo por combustible, la emisión del billete, el uso de una tarjeta de crédito, los buenos días en el check-in, la escalera de embarque, el chaleco salvavidas y las mascarillas de oxígeno, y otra serie de cantidades ínfimas, que hacían imposible cualquier comparación real entre los precios de las aerolíneas, y por supuesto, cualquier parecido con la realidad, pura coincidencia.
Veremos a ver cuánto aguantan, pero mientras aguanten, gracias, Iberia.
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