Dentro de 10 años,
mi hija mayor tendrá 15 y -confío- uso de razón.
Suponiendo (es un suponer): uno, que yo siga manteniendo mi afición a los blogs y éste en particular; y dos, que probablemente mi hija tenga su propio blog (es un suponer), me han venido a la cabeza seis preguntas, seis:
- ¿Pondré el blog de mi hija en el blogroll de abladías?
- ¿Intercambiaremos más comentarios en nuestros respectivos blogs, que de viva voz a la hora de cenar?
- ¿Mantendrá mi hija un blog oculto destinado a no ser leído por sus padres?
- Si la pregunta 3 tiene respuesta afirmativa, ¿conseguiré descubrirlo vía, digamos, Technorati?
- Si la pregunta 4 tiene respuesta afirmativa, ¿será ético leer ese blog sabiendo que el único objetivo del oficial es crear una cortina de humo para que sus padres no lean el otro?
- Y lo que me produce aún más temor, ¿me añadirá mi hija a su blogroll? Y si es así, ¿pondrá "Papá", como texto ancla? ¿O "Papuchi"? ¿O "Viejo"?
Predigo que en breve habrá blogs PSS (
parents search safe) que sólo podrán ser leídos por coleguitas. Apenas los padres descubran la importancia de escuchar lo que sus hijos dicen en sus blogs.
Agradecería que me hicieran llegar historias verídicas de comunicación familiar vía blog. Para irme preparando. Gracias.
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