Terminé un post sobre
marketing ciudadano ayer, tres meses después de haber empezado con él. Y no veáis lo a gusto que me he quedado. Lo he publicado en
eTc, porque era su sitio natural, pero señalo aquí algunos temas adicionales, aun a riesgo de complicar el debate posterior, que es siempre lo más divertido.
La idea del marketing generado por el consumidor parte de una tendencia común en varias áreas: el auge del profesionalismo amateur (
La revolución del Pro-amateur,
se tituló el libro de Charles Leadbeater, Paul Miller, que dio bastante que hablar cuando se publicó en Noviembre de 2004). Resumiendo, una persona que no se dedica profesionalmente a una actividad, pero que es capaz de crear una obra con un nivel de perfección similar al que tendría una realizada por un profesional de esa área.
El incremento de este tipo de "entretenimiento" se debe principalmente a la proliferación de tecnología al alcance de casi cualquier bolsillo. Cada vez más músicos amateurs tienen capacidad para producir música con calidad profesional.
Army of me, es un disco de Bjork cuyos beneficios están destinados a Unicef, que contiene una recopilación de remixes de canciones de la artista, realizados por músicos
amateurs que enviaron sus versiones y que pasaron posteriormente un proceso de selección. Por cierto, la pista 15 es de
Alfredo Lietor, de eTc, ¿o debería decir de
Tc?
La tecnología profesional al alcance del no profesional: un aficionado con ganas puede realizar vídeos de calidad profesional, y si lo desea,
ese vídeo puede convertirse en un anuncio. ¿Por qué no?
Pat Misterovich está diseñando un reproductor mp3 con forma de dispensador de caramelos Pez. Misterovich es un amateur que quiere convertirse en profesional (Fortune lo califica un
doityourselfer).
Según Fortune (de pago), en su blog,
pezmp3.com ha preguntado a sus posibles compradores qué tipo de batería es mejor, o cuál sería el slogan para el producto (a día de hoy, el blog no está disponible).
Aquí se puede encontrar un podcast con una charla con Pat, sobre esta ola de
solopreneurs.
Total que llega el consumidor y dice: "me he aburrido de consumir, ahora quiero participar en el juego del marketing". Lógicamente no todo el mundo se convertirá en aprendiz de publicista, pero ¿por qué no aprovechar esa energía y ese amor por la marca, más allá del mero boca a boca? No pasará mucho tiempo antes de que se empiecen a reproducir los festivales publicitarios amateurs y los concursos convocados por las marcas, también en España. Tiempo al tiempo.
Y no dejéis de leer ¡
el artículo original!
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