Recuerdo cuánto de mucho se comentó por estos barrios blogueros el lanzamiento del diario gratuito
Qué!, que anunció a bombo y platillo la publicación directa de contenidos extraídos de weblogs o bitácoras. Se llegó incluso a especular con la idea de que "todos" sus contenidos provendrían de weblogs (!). Luego los pies tocaron la tierra cuando se hizo público el sistema de publicación de weblogs, que
fue criticado duramente y con razón. Una vez en la calle, la blogocosa del Qué! fue olvidada por la blogosfera del porqué.
Así que me sorprendí cuando mi mujer me comentó la semana pasada que había ojeado en el Metro un periódico donde sobresalía "el blog de la semana", y decidí ver cómo iba el tema de los blogs en Qué! para descubrir con asombro una página titulada "Cartas y blogs de los lectores". Con que en eso se había quedado el fenómeno
blogquero...
Un vistazo rápido a los contenidos del diario ya me hicieron dudar del nivel de los lectores para escribir cartas, blogs o lo que fuere. Después supuse que los
blogqueros probablemente no leían el diario. De todas formas, en la página de marras figuraba una especie de encuesta sobre lo que opinaban los lectores de la subida del abono transportes, a lo cual se respondía elaboradamente que la solución pasaba por colarse de nuevo en el metro o en estirar las piernas camino de la oficina. El blog del día trataba sobre la Feria del Libro y de cómo aprovecharla para cazar firmas de los autores.
En general, los comentarios y respuestas eran tan de traca, que indagué sobre la impresión que se llevaría algún lector inocente que se aproximara al fenómeno blog a través de las páginas del Qué!
Si es que existe un lector inocente del Qué! o realmente importa para algo su percepción del fenómeno en cuestión.
¿Vosotros creéis que importa? ¿Habría que manifestarse para luchar por conservar la pureza del espíritu blogger originario?
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