Google Reader, empezamos mal

Que a Google se le atragantan los acentos lo sabemos todos los que lo usamos en sus diferentes facetas (dios buscador, mamá tierra, papá mail, niño blogger, ...). Lo que ocurre es que cuando a nuestros hijos alguien decide llamarles por otro nombre que no es el suyo, pues no nos quedamos indiferentes.
Así que voy yo, con toda mi buena intención a probar Google Reader, y resulta que, aparte de tener una visualización de los posts "envidiable" (frente a Bloglines, por ejemplo), y una organización/estructuración de contenidos "novedosa" (nadie dirá que en Google no piensan por sí mismos), los acentos siguen dando problemas. Y claro, yo, para probar lo primero que hago es suscribirme a mi propio blog, y resulta que me suprimen la "í" con acento, y que mi blog ahora pasa de abladías a abladas, que es a todas luces, un nombre carente de estilo y elegancia, que diría muy poco de su propietario. ¡¡Y eso que yo publico mi blog con Blogger, la herramienta de blogs de Google!! ¿Qué no harán con aquellos infaustos que deciden apostar por su competencia?



¿Y qué puedo hacer yo? ¿Debería quejarme a Google? Sí. Porque no es suficiente con que yo decida no usar su lector RSS, ni con que recomiende no hacerlo, es que aquel que decida usarlo, y por a o por ñ, se suscriba a mis abladías, pensará que el dueño de ese blog carece de todo lo necesario por haberlo bautizado "abladas". Yo en su caso eliminaría la suscripción, sin dudarlo un instante.

Pues así estamos. Ya no me quedan ganas ni de probar su promesa acerca de la búsqueda de fuentes. Si logro superar el bautizo tardío, ya les contaré.

Actualización 13.27h
Me avisa blogum de que a él le aparece bien. Y efectivamente, lo he comprobado ahora, y sale bien, así que retiro la ironía, y me comprometo a testear las capacidades de búsqueda (gran promesa incumplida en Bloglines, y que ya he dicho alguna vez que por ahí irá la cosa).

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