Los números han hecho olvidar de lo que se trataba: recordar a los muertos y apoyar a las víctimas del terrorismo. Y luego, decir que
no a la negociación con los terroristas.
La vergüenza del baile de cifras nos hace olvidar que allí se convocaban democrátas, para decir no a los criminales.
Pero una cifra no baila: 1.000 muertos a manos de ETA en España.
Yo diría que el número de manifestantes se aproximaba más al millón que a los doscientos mil, pero yo estaba allí y apoyaba la causa, así que no me consideren fuente objetiva.
Aunque las fotos que tomé de
la manifestación que tuvo lugar el sábado 4 de junio en Madrid, hablan por sí mismas.
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