La duda es sintomática. En referencia a
este informe,
Business 2.0 dice:
In a careful assessment of last year's presidential race, researchers found that bloggers -- though an important voice in election coverage -- followed buzz as much as they created it.
Así que los bloggers crean moda pero también las siguen. Vaya, vaya. Yo diría que la mayoría las sigue (yo el primero, conste), pero lo digo bajito para que mis clientes no me escuchen.
En un
artículo en Harvard Deusto Marketing y Ventas, allá por el 2003, contaba yo a los lectores que tuvieran a bien leerme, acerca del barómetro que el
CIS ( www.cis.es) publica cada mes sobre los temas de preocupación de la sociedad española:
Un mes después de la encuesta telefónica a una muestra representativa de ciudadanos, el CIS publicaba cómo en diciembre (2002), el desastre ecológico del hundimiento del Prestige frente a las costas gallegas había escalado al tercer puesto de las inquietudes españolas. Esa misma semana de enero, el estudio permanente sobre los temas de interés más presentes en los medios de comunicación publicado por DiceLaRed, mostraba que el Prestige bajaba ya a la quinta posición. De hecho, había llegado a la tercera posición durante el mes de diciembre. El estudio del CIS publicado en febrero (2003), sobre enero mostró exactamente lo mismo. Y mes a mes las coincidencias han sido muy próximas, con la diferencia de que el estudio a los medios de comunicación online muestra los resultados según se producen en tiempo real (es decir, un mes antes que la publicación de resultados del CIS). Además de ser un curioso ejemplo de la semejanza entre los contenidos de Internet y los del mundo real, es también una prueba del influjo que los medios de comunicación tienen en la mente del ciudadano.
Y ahora justo, anuncia Burson-Marsteller que los
tecnoinfluenciadores (
tech-fluentials) son bichos a seguir de cerca por las empresas. Tampoco sería descabellado apuntar que también se debe seguir de cerca a las empresas. Porque la conversación es la conversación... no queramos ahora darle por completo el vuelco a la tortilla.
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