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    noviembre 23, 2006

    Productos perecederos en Second Life

    Ahora que entro de nuevo en el mundo de la gestión empresarial "old economy", creo que tendré ocasión de divertir a mi entorno con las historias del submundo blogocósico, del Internet más geek, o de la paranoia virtual más fina. Si ayer, en una cena con bloggers pro y de pro, las historias de Second Life ponían a más de uno ojiplático, imagínense cuando les cuente a mis compis del CEL, que se avecina precisamente "el fín de la logística", uséase, Second Life llevado a la escala Matrix.

    En los últimos cinco años, la actividad logística en España (y en el resto del mundo, por cuenta de la globalización) ha experimentado un crecimiento enorme (el dato aproximado espero ser capaz de darlo un día de estos), pero la tendencia podría llegar a invertirse, si se produjera un escenario de ciencia ficción, en el que los consumidores fueran cada vez más avatares, y menos personas de carne y hueso. A saber, si yo paso 1 hora jugando a un juego, y las 23 restantes en el mundo real, haré un uso mucho más intensivo de zapatos para desplazarme. Pero si me pasara 23 horas en el juego y una en el mundo real, los zapatos me durarían mucho más (porque llegado el caso, puedo jugar descalzo). Sin embargo, si -tal y como ya ha ocurrido- las marcas decidieran abrir sus tiendas en Second Life para vender artículos virtuales, uno se compraría sus Adidas molonas allí, y de golpe y porrazo, la empresa se ve liberada de la tiranía de la logística (y subyugada, eso sí, a la tiranía del software y del hardware). Comprar los materiales en Shanghai, fabricar las zapatillas en Taiwan, llevarlas a un centro de distribución en Hamburgo, y transportarlas posteriormente a un mayorista en Alovera, que las enviará a un centro de entrega de un gran almacén en Pinto, para posteriormente entregarlas en la tienda de Castellana, donde el negligente consumidor las comprará, y aún cargará con ellas junto a las pesadas compras navideñas hasta casa. Sólo para darse cuenta de que la talla no es la adecuada, y debe volver a cambiarlas pasados los Reyes Magos.

    Lo más pintoresco, es que no sólo desaparecerían las empresas dedicadas a la logística en exclusiva. También lo harían muchas empresas, productos y oficios, que dejarán de tener sentido en Second Life:
    • Las cremas antiarrugas.
    • El papel higiénico.
    • Los cinturones de seguridad.
    • El detergente.
    • ¿La colonia?
    • Los calzadores.
    • Los taxistas.
    • Iberia.
    • La aspirina.
    • Los zapateros.
    • Los sacacorchos.
    • La moleskine.
    • Los ascensores.
    • Los ceniceros.
    • Herraduras de caballo.
    • Los fontaneros.
    • Los guardias de tráfico.
    • La Renfe.
    • ¿Los funcionarios?
    • Los clips.
    • Las linternas.
    • Los basureros.
    • Los ventiladores.
    • ...


    La lista es interminable (y admito que muchos de esos productos no desaparecerán, si como ocurre en Matrix, nos empeñamos en replicar íntegramente en un juego, la realidad con sus defectos) y os animo a continuarla, pero sólo si tenéis tiempo que perder.

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    5 Comentarios:

    Anonymous Anónimo dijo ...

    Hey, enhorabuena por el cambio...

    Por cierto, que la maravilla de la logística personal de compras navideñas son las tiendas donde los cambios te los dan en dinero virtual...

    Estrategia:
    Pedir que te regalen en Navidad, no en Reyes. (Necesitas unos días antes de las rebajas)

    Devolver el regalo en la tienda, conseguir el dinero virtual.

    Comprar después el mismo artículo en rebajas. Ganancia de un 10% mínimo, a gastar en otras cosas.

    Por un libro no merece la pena desplazarse dos veces, total por dos euros.

    Pero imagina si te regalan algo caro: un portátil, una reflex digital, algo así... Pues ya da para algo mas, no?

    Jejeje.

    noviembre 23, 2006 12:26 p. m.  
    Blogger Fabián dijo ...

    Una cosa que parece que no abundan en Second Life son los restaurantes.

    Pero sí que hay galerías de arte, a cientos, y casinos de juego.

    Si quieres trastear sobre lo que está haciendo IBM en Second Life, te invito a visitar este blog:

    http://eightbar.co.uk

    Un saludo.

    noviembre 24, 2006 12:16 p. m.  
    Anonymous Anónimo dijo ...

    Las empresas se adaptarán al nuevo medio y sacarán nuevos productos en la realidad que complementen a los virtuales.

    Iberia llevará a los turistas a las sedes de esos mundos virtuales en lugar de islas paradisíacas.

    La aspirina va a hacer mucha falta, porque esto puede dar grandes dolores de cabeza a mucha gente.

    Por cierto que si Linden Lab cumple su promesa a los usuarios hispanos, está pensando en hacer una traducción del programa Second Life al castellano. Eso significará también menos dolores de cabeza.

    noviembre 25, 2006 11:31 a. m.  
    Anonymous Anónimo dijo ...

    Qué va...
    Aunque alguien pasara las 24 horas del día enchufado a Second Life, necesitará comer, beber, mear, cagar, un habitáculo con sus correspondientes muebles y servicios básicos (agua, electricidad, calefación, un microondas...), tendrá que tener un ordenador... y, pasados unos cuantos días encerrado en esa vida virtual, se dará cuenta de que necesita una vida real que permita pagar las facturas, justo en el momento en que le corten la luz por impago...
    La vida virtual es tan frágil... Dejas de pagar la luz y desaparece...

    enero 25, 2007 2:22 p. m.  
    Anonymous Anónimo dijo ...

    Bueno, si pudiesemos acabar con nuestras necesidades fisiológicas. ahora bien, que con la historia de abrir el código de SecondLife lo mismo lo vemos convertirse en algo tan enorme que acabemos haciendo compras a SL directamente. Mientras nos lo envien por correo a casa, claro.

    febrero 05, 2007 2:54 p. m.  

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