Leer artículos como el aparecido ayer en el suplemento Negocios de El País, sirve para empezar el domingo cabreado. No es sólo que España juegue en la segunda división tecnológica europea, es que además va de farolillo rojo. Mucho peor que Eurovisión, vamos.
Si los 15 países que componían la UE antes de la ampliación participaran en una liga para saber cuál de ellos innova más y mejor, España tendría que jugar en Segunda B, con Portugal y Grecia. Un informe de la UE ha dividido a los Quince en tres grupos según su capacidad de innovación, y ha situado a España en el tercero y último. Suspendemos en cuatro de las cinco áreas estudiadas.
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