<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d9235472\x26blogName\x3dAblad%C3%ADas+de+Fernando+Polo\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://abladias.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://abladias.blogspot.com/\x26vt\x3d-5366286398926959882', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
  • Inicio
  • Rebel Thinking
  • Mi empresa
  • Sobre mí
  • Contacta

  • Hola, soy Fernando Polo, y este es mi blog (?), que actualizo periódicamente. Si has llegado hasta aquí siguiendo un link y te interesa lo que lees, quizá te apetezca suscribirte a mi RSS (?). O seguirme en Twittter (?).

    enero 13, 2013

    #abladias2013: mis propósitos para un año nuevo

    Se ha acabado 2012, el quinto año de crisis consecutivo en España. La empresa de la que formo parte como socio y director, Territorio creativo, ha cerrado otro período de gran crecimiento: más de tres millones de facturación, frente a los dos del año anterior. Y un crecimiento interanual acumulado (cagr) del 75% de 2010 a 2013. A estas alturas de la nueva era teceriana, creo que poseemos una visión muy sólida, un equipazo de profesionales como jamás me habría atrevido a soñar y compartimos una cultura de esfuerzo, servicio y cariño entre tecerianos que supone el secreto mejor guardado de nuestra comunidad.

    Sin embargo, un error de forecast nos puso contra las cuerdas en junio, y aunque ahora miramos atrás orgullosos de haber sido capaces de reconducir con éxito la situación, hemos aprendido una lección: el barco en el que navegamos es cada vez más grande y pesado y virar cuesta una barbaridad. El punto débil de nuestra empresa es si duda nuestra organización, que nos lleva a buscar la excelencia en la entrega de proyectos a los clientes pero nos hace "mediocres" a la hora de abordar proyectos internos de "mejora, innovación y transformación". Y como lo que nos depara el futuro es no dejar de virar el timón para abandonar océanos rojos en busca de océanos azules, vamos a poner en marcha una nueva organización que pondrá el foco en la ejecución. Si algo echo de menos en nuestra cultura es precisamente la obsesión por el concepto "tarea-responsable-fecha": planificar y cumplir lo planificado.

    Mientras preparaba ese nuevo enfoque organizativo estas Navidades, me venían tweets a la cabeza que publiqué bajo el hashtag #abladias2013, mezclando propósitos profesionales con alguno de caracter personal. Twitter es demasiado efímero y el hashtag ya ha desaparecido así que me ha parecido buena idea guardarlos y reunirlos todos en un post. Los referencio en estricto orden de aparición, así que no busquéis otro sentido en los números.

    #abladias2013

    1. Más foco, menos glotonería. El padre de todos los males que aquejan a la ejecución, cuando sobra pasión y talento, es la falta de foco. No separar lo importante de lo urgente, no limitar de manera realista el número de platos chinos que podemos mantener girando al tiempo. 
    2. Mirar hacia dentro y a los ojos. Demasiado trepidante todo. Olvidamos interrogarnos pausadamente para seguir conociéndonos mejor a nosotros mismos y a las personas que nos rodean. Hablar con una persona, mirando honestamente a sus ojos es la clave de cualquier proyecto no unipersonal. 
    3. Menos improvisación y malabarismos; más planificación para desarrollar talento. Se nos llena la boca con la palabra "talento", pero nos cuesta concretarlo. Por lo que a mí respecta, algo hago, pero no planifico nada. Así que ahora quiero planificar algo, para hacer más. 
    4. 2013: mi primera maratón. Pero lo importante es correr. El 28 de abril correré la maratón de Madrid. Pero debe ser sólo una excusa -no un fin-, para seguir invirtiendo en una actividad fundamental en mi desarrollo profesional: disfruto corriendo. 
    5. Más horas para escuchar y motivar. Menos horas para complacer. Mi agenda plagada de reuniones que no he sabido rechazar. A sabiendas de que cada una me aleja de mi objetivo: escuchar a los más cercanos, a mis compañeros de travesía. Este año, menos relaciones públicas y más relaciones tecerianas. 
    6. Leer más, escribir más, gritar menos. No quejarme nada. Leer y escribir: fundamental para ordenar la mente y crecer personalmente. Lo he hecho menos de lo debido en los últimos meses. Por contra, me he sorprendido a mí mismo gritando más de la cuenta (el estrés quiero creer). Ya no más. Y quejarme, aún menos. Sólo hacer. 
    7. Menos ideas. Más tareas, fechas y responsables. Mi cabeza hierve continuamente con ideas. Pero no estoy solo, y no puedo llevarlas todas a la práctica yo mismo. Tampoco todas deben ser impulsadas. En 2013, si una idea merece la pena, la convertiré en tarea, limitando el número de ellas que puedo tener abiertas al mismo tiempo (mías o delegadas). 
    8. Una alerta en el iPhone cada mañana: "recuerda lo obscenamente afortunado que eres". Se me olvida una y otra vez, en el fragor de la batalla, que tengo una suerte inmensa. Me he puesto el recordatorio a las 8.30 de la mañana con periodicidad diaria desde el 1 de enero, con esas mismas palabras.
    9. Pensar más antes de hacer. Menos pensar sin hacer después. Este tweet en inglés me trajó un montón de retweets una vez amplificado por Fast Company. Nos falta planificación, y nos sobran reflexiones vacuas que no se ponen en práctica. Menos vueltas, pero más revoluciones. 
    10. Más tareas programadas, menos tareas reprogramadas. Si definimos una tarea, lo hacemos bien: asignándole responsable, supervisor, fecha de entrega y objetivos. Visualizando el "entregable" (a qué se parece la tarea cumplida con "éxito"), estipulando un proceso de control y cierre de la tarea. Y si hacemos todo lo anterior y nos comprometemos con una fecha, a muerte con ella. 
    11. Mear más fuera del tiesto. Un exceso de planificación podría matar el duende. Por eso quiero ir en contra del criterio establecido con más frecuencia. Ejercitando el inconformismo, fuente de todas las innovaciones. 
    12. Que mi agenda refleje mis prioridades. La mitad de mi agenda programada al empezar el mes. Lo importante relegado día a día por lo "urgente" y los "imprevistos". Se acabó. He fijado ya las tareas importantes y periódicas para los próximos meses. Los huecos para imprevistos y urgencias se acaban de reducir a la mitad. 
    13. Consolidar un gran logro de 2012 y mantener mi peso por debajo de 75 kg. Por vez primera en mi vida de adulto. Un tema que particularmente me afecta mucho el ánimo. Tras el esfuerzo que hice por quitarme peso de encima antes de verano, ahora me peso cada día. Y si la báscula me enseña un peso bajo control empiezo la jornada sintiéndome ingenuamente todopoderoso. 
    14. 2013: el año en que aprenderé a no fastidiar sin un objetivo nítidamente establecido. Me he sorprendido a veces poniendo el dedo en la llaga sin un propósito concreto, más allá de satisfacer mi ego o proyectar mi cabreo. Energía malgastada, personas acorraladas, mala combinación. Si buscamos fastidiar debemos tener un objetivo concreto. Y ahí ya sí, mostrarnos inflexibles. 
    15. Sorprender más a mi familia, con alevosía y premeditación. Mi familia me ve poco, y en ocasiones, aunque me vea yo estoy ausente. No creo que pueda corregirlo, pero a cambio, puedo dedicar cierto tiempo a preparar momentos mágicos, sencillos, divertidos. 
    16. Constancia, perseverancia, tenacidad, persistencia. Llámalo x. Cada mañana. Si me quedara con un sólo propósito, este sería el elegido. Puedo tener muchas ideas, pero sólo puedo llevar a la práctica alguna de ellas. No me importa mucho equivocarme. Lo que me horroriza es ver ideas en vía muerta por no haber apretado con la fuerza suficiente, durante el tiempo necesario. 
    17. Planificar minuciosamente para improvisar concienzudamente. Reflexionar antes de hacer nos proporciona las herramientas mentales necesarias para enfrentarnos al tráfago diario. Le debo a David Robles, la frase de Eisenhower: "In preparing for battle I have always found that plans are useless, but planning is indispensable." 
    18. Pensar más "out of the box" y "out of the office". Y encontrar "ese" lugar. Mear fuera del tiesto, hacer lo que no se esperan de ti (mantra de Juan Luis). Y pensar lejos del sitio en el que "ejecutas". La obsesión por salir de la oficina se la debo a Javier Perales. 
    19. Motivar contando cuentos. Gestionar mostrando cuentas. "Lo que no son cuentas, son cuentos". Excepto cuando lo que se busca es explicar el por qué, para acto seguido ponerse manos a la masa. Y cuando nos hemos puesto, eso sí, controlar contra objetivos medibles. 
    20. Más feedback por goteo. Menos tempestades que rebosan vasos. Una evaluación al año sirve de bien poco. Hay que dar feedback más a menudo, como una lluvia fina. Buscaré establecer una rutina para contrastar con las personas cercanas lo que pienso sobre su desempeño, y ayudar así a corregir y mejorar paso a paso. 
    21. Cambiar procesos. Cambiar de iPhone. Cambiar de ruta. For the sake of it. Rutina para vivir. Cambio para sobrevivir. La rutina ayuda a ahorrar la energía vital usada en la toma de decisiones. Es necesario establecerlas, al tiempo que es necesario romperlas para desarrollar la rutina del cambio. 
    22. Más autoridad y exigencia. Y más indulgencia conmigo ;) No soy perfecto, aunque parezca lo contrario. Quiero aprender a perdonarme un poco más la vida, para no morir de estrés. Sin embargo, nuestra empresa afronta un período de crecimiento y aunque pregonamos una cultura de autoexigencia ("aquí no hay jefes"), en 2013 necesitaremos más autoridad impuesta (de la "ganada" creo que no vamos mal). Con las explicaciones necesarias, si el tiempo lo permite. 
    23. 365 días para sobresalir en #cariñoteceriano. La cultura que hemos creado y que compartimos un equipo de casi ya 70 personas es el secreto mejor guardado de Territorio creativo. Así que reservo mi último propósito para recordar que no es hora de tirar la toalla. Por grandes que seamos. 
    Muchos de estos propósitos personales no son tales. Son recordatorios, máximas de gestión empresarial y de disciplina personal que nunca deberían desaparecer de nuestra consciencia. He creído oportuno recopilarlos en un post, entre otras cosas, para imprimirlos y tenerlos a la vista. Como suena. Soy radicalmente opuesto a imprimir en papel; no tengo configurada ninguna impresora en mis MacBooks. Pero eso, precisamente, es una de los principios inmutables, que voy a cambiar en este 2013. ¿Y vosotros?

    Tuitéalo | Menéalo | Del.icio.us | Facebook | Suscríbete RSS
    Otros artículos seleccionados