Me da la sensación, de que con el paso de los meses (años, si miramos al Napster original) la industria musical y de producción de contenidos audiovisuales, en general, parece ir aceptando el signo de los tiempos. Que no se puede meter en la cárcel a la gente por descargar música o películas en Internet, y que si la FM es mejor que la AM, habrá que empezar a pensar en nuevos modelos de negocio.
Imaginarse modelos de negocio es uno de los pasatiempos de café preferidos de los adictos a Internet: existen reuniones para emprendedores, bancos de ideas (!!), blogs, etc, etc. Y sin conocimientos previos mínimos del funcionamiento de un sector económico o una industria, miles de personas, entre ellas yo mismo, nos ponemos a imaginar cómo debería funcionar, puesto que como consumidores o usuarios nos sentimos capacitados no sólo para opinar, sino para ser escuchados (¿o no?).
Yo he imaginado sistemas de pago al estilo PayPal, para donaciones a grupos musicales, y procesos para mejorar la distribución de las carátulas, y otros extras asociados a la música, siempre partiendo de la premisa de que la "promoción" y la "distribución" dejarán de estar en manos de una industria centralizada. Y como esta idea, tantas otras que me asaltan cada cierto tiempo, cuando pienso en cómo podría ganarme la vida como compositor que no tiene afán de protagonismo, ni quiere ser "artista de escenario", ni incluso intérprete de sus propias canciones.
El caso es que acaba de ver la luz
We7, un servicio que promete un nuevo modelo de negocio para la industria musical, a base de descargas "legales" (les perdonamos el término, puesto que el origen es inglés, un sistema sin derecho a la copia privada). Además, viene de la mano de una de mis referencias musicales más apasionadas, Peter Gabriel (y no, no soy fan de Genesis).
Según su propia explicación, el modelo se basa en la publicidad "off-web", es decir, anuncios cortos (10 segs.) previos a la reproducción musical, que ellos aseguran, es el modelo del futuro (sin DRM ni puñetas similares). Después de probar un par de descargas, no he podido evitar acordarme de
Joost, pero en el caso de We7, al contrario que allí, no sé si me puedo imaginar escuchando música o haciendo selecciones musicales para amigos, que lleven anuncios a cada canción. Ellos aseguran que la publicidad irá siendo más relevante cada vez, con la ayuda del usuario (que irá definiendo sus preferencias publicitarias).
Por ahora aquí está, en beta, con un puñado de canciones de prueba y sin funcionalidades web 2.0, que prometen para antes del verano. Permaneceremos atentos.
Vía
eTc.
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