Un consultor recibe la peor de las enseñanzas posibles, a saber: cuantas más horas de trabajo se acumulen en una tarea, mejor será el resultado de la misma. Si lo ampliásemos a la categoría de decálogo, quedaría expresado en la forma siguiente:
1.
Cuantas más horas de trabajo personal se acumulen en una tarea, mejor será el resultado objetivo.
Una tarea siempre puede hacerse en más horas de lo que se piensa. Si se hace en la mitad de tiempo de lo planificado, está mal hecha. La eficiencia en el trabajo es indecente.
2.
El ocio es un factor peligroso que perjudica la salud laboral.
Solo en los escasos momentos en que se debe excusar, mejor que se trate de un deporte de riesgo, parque temático, o similar, para no tener opción de reflexionar sobre la infelicidad o mojigateces parecidas que puedan trastornar llegado el caso, los hábitos de consumo laboral.
3.
La riqueza instantánea solo es alcanzable con malas artes.
Solo nos aproximamos a la riqueza mediante largas jornadas laborales. Ningún consultor podrá nunca ser empresario de éxito ni millonario satisfecho. Y los que llegan no eran auténticos consultores.
4.
La felicidad está en el trabajo.
El consultor debe amar su trabajo por encima de todas las cosas, y encontrarle sentido a la vida en las horas empleadas para construir tediosas presentaciones powerpoint, que solo servirán de paracaídas a un superior, que a su vez se ha visto obligado a llevarlo por una instancia superior.
5.
Un consultor será evaluado en función del número de horas de trabajo semanal.
Si el trabajo de consultor es al mismo tiempo el mejor hobby, no puede existir motivo otro para querer escapar de él, que la falta de inteligencia o en la mayor parte de los casos, el pecado capital para un consultor: la pereza.
6.
La familia y los amigos te querrán por las subidas de sueldo.
En la mayoría de los casos, las familias están contentas de poder mantenerte alejado noche y día, para que no dar demasiado la lata en temas domésticos. Lo mejor es pagarles un colegio bilingüe a los hijos, y muchas actividades extreescolares. Ningún fin de semana trabajado puede no ser compensado con una bonita joya.
7.
El cliente contrata al consultor para cerrar su oficina por las noches.
Se ahorra así los 30.000 euros del vigilante de seguridad, diluido en los millones del proyecto en curso.
8.
Ninguna presentación o informe pecará de sencillez.
Ningún documento será tan ligera como para no ser encuadernado. Ningún informe final podrá ser leído en menos horas de las de un trayecto en avión transoceánico.
9.
Los años sabáticos matan.
Si un varón pide la baja por maternidad deberá ser sometido a un training corrector de instintos liberales.
10.
Este decálogo será negado una y otra vez.
Pertenecer a tan exclusiva elite exige negar las presentes convicciones dejando caer comentarios falsos sobre la vida tan arrastrada que se lleva de aeropuerto en aeropuerto; los marrones recibidos de superiores incapaces y lo terrible que es no encontrar el tiempo suficiente para dedicarle a la mujer y los hijos.
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